Me follé a muchas chicas, ¡una gran variedad! Rubias, morenas, pelirrojas, pequeñas, gordas, buenas, feas... pero es la primera vez en mi vida que me siento como si me estuviera tirando a un dibujo animado! La jovencita sale directamente de un manga, sumisa como una geisha, llega a gemir como las heroínas de las series japonesas. Y esos gritos de gatita asustada son increíblemente excitantes... ella maúlla bajo los golpes de la polla y cuanto más grita más le dan ganas de devolverla. Le encanta el sexo japonés, así que lo va a tener. En cualquier caso, ¡me gusta mucho más la versión manga del porno!