Mochilear en el bosque siempre es un placer, pero para un placer aún más intenso, recomendamos encarecidamente que empaques un paquete o dos de condones porque nunca se sabe si tu polla tiene suerte hoy. Erika es un ejemplo perfecto de una mujer cachonda que conocimos cuando estábamos de mochilero y no podía decir que no a nuestra gran oferta sexual.