Nuestro viejo conocido sueco, el gran Rob Diesel, hoy hace de Tarzán. Vestido como en la selva, se jacta de sus músculos y de su fuerza. Sólo lleva un taparrabos. Así la cámara le pillará bien enseñando sus musculitos y sus fuertes piernas. El hombre Tarzán en plena naturaleza. Aparece por ahí la pequeña Charlotte, rubia y menuda, con un vestido blanco. Le va a visitar a un sitio romántico que parece para enamorados. Aquí, la vida es bella. Empiezan a ligotear y luego el gigante se pone cachondo. La chica se lo temía y también lo desea. Se acercan el uno al otro y cada vez la escena coge más dinamismo hasta que acaban follando como locos en medio del bosque